FAVORECIENDO:
-
la construcción de su corporeidad
-
el enriquecimiento de sus posibilidades
motrices
-
el placer y una disposición favorable para la
actividad motriz
-
el despliegue de su creatividad y
expresividad
-
la exploración, el descubrimiento, el
disfrute, la preservación y el cuidado del ambiente.
El
desafío del docente es asumir una actitud lúdica en un sentido abarcativo, sin
asignarle un lugar exclusivo en las situaciones de juego, consolidando y
desarrollando un modo de comunicación que atraviese íntegramente la
intervención pedagógica.
Deberá
permitir la exploración y el descubrimiento, guiar a los niños y alentar la
observación y repetición de nuevas acciones motrices.
Respetará
en sus alumnos:
La
individualidad: al permitir que cada niño, a través de la exploración y del
cuestionamiento del hacer, busque autónomamente las soluciones a los problemas
que se le presenten.
La
socialización: al permitir la confrontación de la acción con las de otros
compañeros.
La
funcionalidad: al responder a las necesidades de investigación y aplicación que
manifiesta el niño en el plano motor, afectivo y cognitivo.
Las
actividades que programe deberán ser:
-
Variadas: evitando la monotonía, el exceso de
repeticiones y la aplicación de un solo contenido.
-
Autónomas: basados en la experimentación del
niño.
-
Significativas: evitando las actividades poco
atractivas y las propuestas descontextualizadas.
-
Abiertas: evitando los modelos adultos y la
imitación permanente.
-
Prudentes: evitando los objetos o aparatos
poco seguros, espacios peligrosos y las sobre exigencias.
Presentar
en tiempo y forma las planificaciones y las notas para los boletines de
calificaciones, a la
Dirección del Instituto.
Deberá
adoptar una actitud de respeto, compromiso y responsabilidad en las actividades
propuestas por el Instituto.
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